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La escena era un tanto desgarradora, el joven Jacomet le comentaba a sus amigos que se sentía solo en San Luis “hace 8 meses que estoy en esta ciudad desconocida y me siento solo, sin un amor, me siento solo, sobre la rambla estoy” comentaba el funcionario foráneo. “Mire muchachote, yo a su edad solía buscar mocetonas con experiencia, con una trayectoria en la vida, que quiere que le diga, a mi me gustan las mujeres con pasado” expresó Don Julio Cesar, siguiendo esa tónica de rimas musicales, “No vuelva a insistir julio con Radio Nacional, Silvia es demasiado grande para mi, ya se lo explique” cerró cualquier atajo el barbado bonaerense.
“Yo te presente una amiga pero vos insistís con que no podes mantener a nadie, que con el sueldo y el pago de la casa no te alcanza, que a pesar que te gusta, sentís que no podes darle un futuro, al final te has vuelto demasiado histérico con las minas” planteó la sobrina de Enrique I
“Yo me pregunto, si a Silva le dejaron traer a la esposa, le nombramos a los hijos, la nuera y los sobrinos, a Barbaresi le dejaron agregar familiares, tu tío los nombró a ustedes dos, la concejal mandó al hijo al cementerio, ¿porque yo no puedo poner a una amiga en el PAMI, o que, el único que tiene que mantener a la familia ¿soy yo?” manifestó con amargo lamento el Secretario de Desarrollo Social, Salud, Cultura y Educación
“No te pongas así che – puso un poco de armonía al clima tenso el Principito Macagno – decime una cosa, esa chica que vos propones, tiene 27 años, entonces, la pregunta básica para saber si es idónea para el cargo que nos determina saber si se ha formado para la función publica, si puede afrontar el desafío que vos reclamas y contéstame con sinceridad, es saber si ¿es de La Campora y tiene abuelo?” el gesto asentando con la cabeza envalentonó al sobrino de Enrique “Si es de La Campora y tiene abuelo, entonces tiene antecedentes, que me perdone el traidor de Neme, pero esa chica es la indicada para manejar el PAMI”
“Mientras ustedes hablan de minas, yo sigo preocupado por nuestro gran proyecto revolucionario de gobierno que ya tiene tres meses de atraso y no podemos aplicar, su tío se va a enojar, porque si bien él se olvido de prometerlo en las elecciones pasadas, si lo hacia ganábamos por goleada, es una obra muy esperada por todos los sanluiseños, un acto de justicia social, independencia economía y soberanía política, la gente nos pide a gritos que la pongamos en práctica y nosotros papando moscas hablando de minas o de la caza mayor de los cargos que nos quedan y no ponemos el acelerador en esa gran obra que va a transformar la vida de los puntanos” se quejo en un largo lamento tanguero don Julio mientras los chicos comenzaban a jugar a la guerra de barquitos para ver quien se quedaba con el ANSeS San Luis
“¿Qué cosa lo preocupa tanto mi estimado Fages?” atine a preguntar al veterano dirigente, hoy del Frente Para La Victoria, desde mi mesa ya sin el submarino ni el postre, “Sabe lo que pasa Mauricio, la gente no ve la hora que pongamos en marcha el estacionamiento medido, está desesperada por empezar a pagar estacionamiento y nosotros seguimos dando vueltas, la pintura que tenemos que utilizar para demarcar las calles, me la quitan los chicos de Kolina para pintar murales con solcitos, pajaritos y Néstor Alados, si no nos apuramos, la gente se va a enojar y en las próximas elecciones nos van reclamar por el estacionamiento medido, porque de la promesa de las casas ya fue, entendieron que nosotros vamos a hacer soluciones habitacionales, como la cloaca que pusimos el otro día con los muchachos de SERBA, eso es una solución habitacional, ya llevamos como 15 en una semana, pero el estacionamiento medido, Mauricio, nos estamos durmiendo y la gente no ve la hora de empezar a pagar por estacionar en el centro”
Me llamo la atención la verborragia del Secretario de Gobierno y Seguridad capitalino, no sé si la testosterona pre-primaveral reinante en la mesa juvenil o el Campari del mediodía lo había puesto en un tono de mayor celeridad que el habitual, ante ese panorama decidí rumbear para la peatonal con la tranquilidad de saber que por estacionar mi aurorita junto al árbol no me exigirá pago alguno.
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