martes, 31 de julio de 2012

Sambáyon MIlitante

El llamado a reunión de gabinete distrajo mi atención. No era común que el horario de la siesta sea interrumpido por la voz de la gallega del GPS diciéndonos “El Señor Enrique pide que concurra urgente a la Sala de Situación”.
Pude ingresar camuflado, esta vez como paquete de Yerba Titrayju - Tierra, trabajo y justicia – que consiguió el chaqueño Silva de un camión de Yerba Para Todos que pasó por Rosario. Había cierto desconcierto por el horario y la tropa se sentía descontracturada, El Piri estaba concentrado jugando a la guerra naval con Carlos Jacomet, don Julio Cesar escuchaba en su MP3 una versión grabada de “Debajo del Parral”, el Contador Pringles le pasaba a Dolly Lucero Belgrano algunos chistes de Pepe Muleiro para Chicos y Agustín Martínez daba rienda a su pasión leyendo un libro sobre la vida de Fabián Schultz titulado “Policía Bonaerense y Cantautor; Biografía no autorizada”
En ese momento ingresó Enrique I y todos abandonaron la postura de siesta puntana por una más laboral, “Los he mandado a llamar – comenzó su aguda alocución el líder kolinista sanluiseño – porque necesitamos mostrarnos activos como los de la casa del cerro, ellos hace dos días que se la pasan haciendo reuniones para diagramar el 2013 y a mí me tienen entretenido haciendo la cola para cobrar mi sueldo en el Hipotecario, tenemos que ser novedosos, innovadores,  creativos, quiero ideas para que anunciemos como nos preparamos para el 2013, quiero poder decir algo, quiero cobrar mi sueldo sin hacer tanta cola, necesito que se les caiga una idea”
Un silencio sobrenatural sobrevoló la vieja  casona de San Martin y Belgrano hasta que el Secretario de Obras Públicas, Don Hugo Próspero “multirotulo” Silva pidió la palabra, “estimados todos saben que recién llevamos nuestras primeras 42 viviendas, debemos ayudar al Señor Intendente a mejorar la productividad habitacional, si bien en aquellos días yo no estuve presente, pero por lo que me cuentan considero que a este ritmo vamos a tardar un poquito en llegar a las 10.000, por eso creo que debemos esforzarnos para que el año que viene podamos hacer más viviendas”
“Haber Silva no me digas lo que tengo que hacer porque ya lo sé, decime como hago para conseguir fondos para realizar más viviendas” pregunto el Lord Mayor, “debemos realizar una campaña solidaria en el campo nacional y popular – expresó el capitalino Jacomet luego de perder la batalla naval – hagamos una colecta de heladeras conservadoras de tergopol usadas y de bandejas de pizzas o tortas del mismo material entre los vecinos para que de ese modo tengamos la materia prima para levantar más rápido las paredes de las viviendas”
Los ojos desorbitados del alcalde fueron distraídos por la primera alocución en meses de parte del Director de Cultura, “Yo propongo realizar una movida cultural con Presos y Barras Bravas que podríamos denominar Sambayón Militante, la idea del nombre surge de la conjunción de los términos Samba que representa el baile y Bayón en honor al templo del mismo nombre ubicado en Angkor, Camboya y que es conocido por sus 54 torres y casi de 200 enigmáticas caras sonrientes, Sambayón Militante podría ser nuestro colectivo cultural para llevar alegría a nuestros jardines de infantes”
“Discúlpeme que lo interrumpa compañero Videla, con perdón de su apellido, quiero decir que a su brillante idea la podemos complementar realizando expresiones artísticas dentro de mi área – interrumpió el Director de Cementerios, Don José Bressano – los compañeros que visitan nuestras sepulturas necesitan actividades de esparcimiento y el contacto con los compañeros reclusos y los hermanos barras bravas les puede llevar alegría, porque no un ciclo de Tardes de Murga Junto al Nicho con Sambayón Militante, yo creo que a la gente le va a encantar”
No es porque me considere Chiquita De Alessio pero suelo darme cuenta cuando es el mejor momento de la partida, ver el rostro de Enrique I llorando desconsolado sobre la gorra que había dejado arriba de la mesa Wences Rubio hacía presagiar un final de reunión con algunos reproches que por mi apego a las siestas puntanas, preferí no escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario